Ya os hemos hablado del momento del baño. Es uno de los momentos más especiales del día que, además, puede convertirse en una rutina maravillosa para crear lazos afectivos con tu peque y hacer que los dos la estéis esperando con ganas. Pero si bien todo esto es cierto, no lo es menos que hay una serie de pautas de seguridad que no podemos perder de vista para que el baño sea 100% seguro, tanto si tu peque acaba de nacer como si ya es un poquito más mayor e incluso se sostiene y camina por sí mismo.
Conocer bien cuáles son estas pautas te dará tranquilidad, y precisamente esa tranquilidad compone la base de uno de los compromisos que Mustela tiene adquiridos como marca, y que apuesta por proporcionarte productos que puedas utilizar con confianza y toda la información necesaria respecto a cómo cuidar y proteger la piel de tu bebé, especialmente en un momento tan importante para ella como es el baño.
Mustela ha diseñado distintas gamas de productos que se adaptan a las necesidades de cada tipo de piel. Así, podemos encontrar el Gel de baño suave para utilizar a diario, el Gel de baño confort para pieles muy sensibles, el Babygel para pieles normales, el Gel de baño nutritivo al Cold Cream para pieles secas o el Gel de baño STELATOPIA, pensado para pieles con tendencia atópica. Esto son solo algunos ejemplos de los productos que puedes encontrar para el baño, pero hay muchos más, desde aceites de masaje hasta champús, pasando por cremas emolientes, lociones…
Todo lo que necesitas para el baño, al alcance de la mano
Una de las principales medidas de seguridad, por no decir la más importante, ya que te evitará tener que alejarte del bebé, es tener todo lo que necesitas para el baño al alcance de la mano. Y digo bien, al alcance de la mano. Si estás bañando a un recién nacido y tienes el champú en la estantería del baño, ahí al lado, pero no llegas a cogerlo sin soltarlo… de nada sirve tenerlo cerca.
En estos casos es bastante práctico tener una pequeña cestita con los productos del baño que te permita tenerlos recogidos y siempre localizados, con el champú, el gel, el aceite de masaje, la esponja, etc. Tampoco estaría de más, si tu bebé es un poco más mayor, tener algunos juguetes con los que pueda divertirse durante el baño. Revisa bien que sean aptos para este cometido —hay auténticas historias de terror— y sé comedida en la cantidad, no se trata de que la bañera parezca una menestra de peces de goma y barquitos.
Del mismo modo, prepara la toalla que vayas a utilizar y tenla al lado. De esta manera evitarás cambios de temperatura cuando saques al bebé de la bañera y podrás envolverlo bien cuanto antes. Y no olvides la ropa que le vayas a poner a continuación. Tenerlo todo bien localizado y sin que se nos olvide nada es importante, y aunque parezcan muchas cosas, lo cierto es que la rutina no tarda en implantarse y cada vez te será más fácil acordarte de todo.
Sentido común ante todo
En este caso, además del sentido común podríamos hablar del instinto, que se dispara en el momento en que nos convertimos en padres y que suele tener una tasa de acierto bastante elevada. Pero sea como sea, lo más importante a la hora del baño es ser conscientes de que nuestro bebé es un ser completamente vulnerable y debemos prestarle toda nuestra atención. Olvídate del móvil, de lo que vas a hacer de cena, de la reunión que tengas al día siguiente… El momento del baño es para ti y tu peque y estar atento es parte fundamental de que sea un proceso seguro.
La forma más sencilla de bañar a tu peque, al menos durante las primeras semanas y meses, es una bañera adaptada y preferiblemente con asiento que te permita posarlo y disponer de las dos manos para lavarlo bien. Si te das maña, puedes bañarlo donde prefieras, claro está, pero ésta es la opción más cómoda con diferencia.
El respaldo no significa que puedas dejar al bebé y salir, por ejemplo, a coger el body que se te ha olvidado. Nunca, nunca, bajo ningún concepto, debes dejar solo al bebé. Ésta es la norma de seguridad principal y más importante de todas, y a la que contribuye lo que contábamos en el apartado anterior sobre la importancia de tener todo al alcance de la mano. Incluso aunque sea más mayor, se siente solo, o incluso se ponga de pie. En tan solo 20 segundos un bebé puede quedarse sin el oxígeno necesario para vivir, y son incapaces de gestionar una situación de ahogamiento. Así que por favor, nunca dejes solo a tu bebé en la bañera.
Un punto importante también relativo a la seguridad con las bañeras portátiles es que no podemos colocarlas en zonas elevadas —no hablamos de la típica bañera que viene en el mueble cambiador, eso es otra cuestión—. Siempre dentro de la bañera o del plato de ducha nuestro, o en el suelo del baño, donde te sea más práctico. Pero nunca encima de un mueble, del lavabo, o de cualquier sitio que tenga cierta altura.
La cantidad de agua deberá ser la indicada. Generalmente en las bañeras aparece una marca en la que indica qué límite no sobrepasar y a partir de qué edad podemos llenarla un poco más. Desde luego que una bañera con una buena cantidad de agua siempre es más divertida y les permite chapotear y jugar más. Pero en este caso la seguridad prima, y cuando quieran jugar realmente ya tendrán edad suficiente para que la llenemos un poco más.
A este respecto también es muy importante la temperatura del agua. Un termómetro de agua es una herramienta muy útil y económica para gestionar este punto, y si no, siempre podemos hacer el truco de introducir el codo en el agua y ver si está a buena temperatura. Dependiendo de la época del año podrás variarla ligeramente. Sobre los 37 grados está bien en invierno, pero podemos bajar a 34-35 grados cuando arrecie el calor.
Como puedes ver, son todo consejos bastante propios de, como decíamos, sentido común. Fíate de tu instinto y sé muy consciente de que tu peque necesita de tu presencia constante en el momento del baño. Organízate, tenlo todo a mano y disfruta, al final es un momento de disfrute, muy especial, en el que podéis pasarlo estupendamente bien siguiendo unas pautas muy sencillas de seguridad que te dará tranquilidad y confianza.